META ESPORTS.
Elitista, innovador, con unas instalaciones difíciles de encontrar cerca, inicia su camino equivocando el enfoque y la dirección. Su propietario, pronto se da cuenta y, hábil y ágil, reencamina. Contrata parte del equipo directivo del DIR de Barcelona. Se lleva a Anna De la Vega como directora ejecutiva y a Omar como director técnico. En esta etapa es cuando yo aparezco de forma casi casual pidiendo trabajo.
Tuve la suerte de formar parte de este gran proyecto dirigido de forma magistral. Anna nos transmitió, a quien quiso aprender, con un trabajo impecable de gestión de grupo, a trabajar, aspirar, y crecer hacia ese concepto que impregnaba cualquier objetivo: LA EXCELENCIA.
Su director técnico me espoleaba para lograr un reto que para mí, Gemma de cala Quiqueta, era impensable. ¿Quieres tener futuro en este trabajo? ¡Tienes que formarte! ¡No puedes ser toda la vida una monitora! ¡Tú puedes, tú vales! Intenta acceder al Inefc.
Y yo, que ya había saltado un obstáculo importante con los cursos de entrenadora, me eché de cabeza.
¡Un libro podría escribir de aquella etapa! Decido prepararme el mes de diciembre y tengo las pruebas de acceso en marzo, así que hay que realizar un maratón. Y la hago!! Preparaba las pruebas generales, físicas y específicas a la vez que era madre y trabajaba.
Un día, mientras me acerco a las instalaciones del Inefc para realizar las pruebas específicas, tengo una revelación. Siento que estoy entrando en la que será mi casa en los próximos años. Y así fue.
Recuerdo que estaba en casa preparando mi mochila del primer día. Teníamos Natación a primera hora, gimnasia femenina en segunda, rítmica en tercera y judo en cuarta. Hay que decir que de todas las pruebas para entrar en Inefc podíamos dejar una y yo había dejado la de Natación.
Yo no era lo que diríamos una sirena. Nadaba lo justo para sobrevivir por lo que no disponía de un equipo glamuroso de natación.
Un maillot negro por bañador y a última hora recordé que necesitaba un gorro. Mi madre me dejó el suyo. Lo recuerdo perfectamente. Lila con relieve de margaritas
Las Picornell, ocho de la mañana y allí voy yo, con mi súper look. Nada más entrar ya imaginé que algo no cuadraba. El resto venían vestidos para la ocasión. 40 personas con cuerpos espectaculares vestidos con bañador y gorro speedo y yo con las margaritas.
De repente, el profesor Boixeda empieza a dar órdenes. ¡Filas! ¡Ya! Se lanzan al agua y nadan hasta el otro borde. Pim, pam, pim, pam... Uno tras otro, hasta que me tocó a mí.
Me tiré al agua y lo que recuerdo es que perdí el gorro. De hecho, salió a la superficie el gorro antes que yo, que lo hice después medio ahogada y con mi super melena rizada pegada a la cara.
Ante mí estaba Boixeda que me miraba desencajado. De repente escucho: ¿Cómo te llamas? Gemma, me llamo Gemma. ¿Sabes Gemma que tendrás que trabajar mucho para aprobar esta asignatura? Y yo, con el pelo en la cara y medio ahogada le asentí con la cabeza.
La primera experiencia con judo también fue para recordar. 40 personas y el profesor dice: POR PAREJAS". Parecía que lo habían pactado. De repente todo el mundo tenía pareja menos Lacueva y yo. Lacueva hacía tres como yo. Experimentamos unas cuantas claves de judo y yo iba pensado que me había revolcado más con aquel tipo que no conocía de nada que con mi pareja en el último año. De repente lo tenía encima como de repente debajo. ¡Fue una experiencia que recordamos muchas veces a carcajadas!
En Inefc se hace deporte pero también muchísima materia teórica. Mucha teórica y muy dura.
El primer examen que hice en Inefc fue de anatomía. El síndrome del impostor se apoderó de mí. "Ahora haré un pastel de examen y todo el mundo sabrá que éste no es mi sitio". Para mi pasmo aprobé con un notable.
Cinco años, que en mi caso fueron 6 que no cambiaría por nada del mundo. A pesar del esfuerzo en ocasiones inhumano, es una de las mejores decisiones y experiencias de mi vida y ha sido la herramienta de formación que me ha permitido desarrollar mi proyecto personal.