GENTE MAYOR, GENTE GRANDE.
Me recuerdo niña y mirando a los mayores como el espejo de lo que yo sería un día.
Aquella soberbia joven, a veces injustamente ofensiva, nunca la tuve. Lo he tenido siempre claro. Hoy eran ellos, yo sería mañana.
Empiezo a trabajar con este colectivo en Sentmenat cuando, la necesidad de espacio para el club de gimnasia me requiere un intercambio con el ayuntamiento. Ofrecer un programa de actividad física para personas mayores.
Aquel primer grupo ya me hizo dar cuenta de que aquellas personas me gustaban.
La complicidad que se creaba me generaba sentimientos muy positivos y la mejora que experimentaban me hacía ver, de forma evidente y palpable lo que tanto había predicado.
Un día se acaba tal y como suelen acabar las cosas ligadas a instituciones y política. Cuando se produce un cambio de gobierno.
La crisis del 2008 fue demoledora. Cambia por completo todos mis esquemas y me obliga a salir de la tan mencionada "zona de confort".
Un día, paseando por Sabadell me encuentro de cara con Joaquím. Era una persona conocida y en ese momento concejal del Ayuntamiento de Polinyà.
Me propone trabajar un programa de actividad física para mayores en esta población vecina.
Estoy convencida de que la vida te trae lo que necesitas, basta con reconocer al mensajero y aceptar el ofrecimiento. Digo "SI "sin pensármelo!
Se forman dos grupos muy grandes con 2 niveles distintos y un tercer nivel para personas con fibromialgia y dolores crónicos.
Era un reto importante. La gente mayor es un colectivo que necesita un buen trabajo terapéutico.
Acepto el reto y me preparo, investigo y trabajo para crear el mejor de los programas.
Esta experiencia y lo que comporta me representa un tramp
Experimento modelos de sesiones que finalmente desembocan en el método que hoy desarrollamos en el centro con éxito. MSV, (Movimiento, salud, vida).
Y de nuevo siento dile química, dile magia.
Recuerdo aquellos años con tanto amor, complicidad, amistad, alegría, aprendizaje como creo y estoy segura que ellos recuerdan.
Un día acaba, cómo acaban las cosas relacionadas con política e instituciones. Cuando se produce un cambio de gobierno. Esta vez con la resistencia, queja y tristeza de los paticipantes y también la mía. Dejaba atrás un momento de vida mágico.
Tengo método y experiencia, así que un día vuelvo la vista de nuevo a mi pueblo y pienso que quizás podría trabajar ese proyecto aquí, con nuestros mayores, en mi pueblo.
Llamé por años a la puerta de los distintos gobiernos. No fue posible.
Pero dicen que las cosas ocurren cuando deben pasar y hoy, por fin, puedo trabajar con el colectivo de personas mayores de Sentmenat a través del Esplai.
Espero, deseo ser el máximo útil. Tengo el importante reto de ayudar a prevenir enfermedades y en cualquier caso aliviar dolores al máximo de gente posible.
¿Sabéis ese concepto tan importante? ¿El PROPÓSITO?, pues yo tengo la suerte de tenerlo identificado y la suerte más grande aún de poder trabajar el él.
Podría decir que tengo vocación por la gente mayor, pero nos olvidaríamos de los años de entrenadora de niñas y niños, o del trabajo que hago hoy en mi centro con adultos de todas edades.
Creo que la vocación real es el servicio a las personas y lo hago a través de la actividad física y la salud.
Aunque aquí, así, en privado, ahora que nadie nos escucha , he de reconocer una debilidad hacia este colectivo que, muchas veces, con todo lo que ha aportado y sigue aportando, no está suficientemente visibilizado y reconocido en la importancia y forma que se merece.